Era un alma desterrada, centro de todas las carcajadas.
En pleno parque, al atardecer, jugaba,
desde su traumática infancia.
Niña de ojos de rata, piel negruzca y semblante de gimnasta.
Entre sigilosas hierbas se divertía,
volteando ágilmente su cuerpo
para enseñarnos a todos sus proezas,
de las que solo ella se sentía encantada.
Viene en mis sueños con vestidos de azul luz y vuelo de salvaje gata,
me cuenta que trabaja en un circo que en cada pueblo hace parada.
Hoy actúa en Granada, mañana en Salamanca.
No quiere pertenecer a nadie, ya que nunca tuvo ni patriarcado ni Patria.
Desde pequeña se hizo rica en el mundo de lo invisible
con su sublime picardía y una varita de hada.
Entre risas de los otros, se inventa postres de la nada,
utilizando solo sobria agua y, a cambio, sobrevive sobre techos de ignorancia.
Me culpa en mis sueños por haberla abandonado, yo era su única casa.
Ella era para mí la Libertad, y yo, para Estrella, su única morada.
En la tempestuosa nocturnidad, Estrella viene a recordarme:
«Rompe tus cadenas de sumisión y conviértelas en fina arena de playa».
Estrella revoloteaba entre hierbas que parecían largas judías, tras las cuales se escondía su
magia y sabiduría. Por este motivo le dedico esta receta.
Judías con sabor a mostaza

Ingredientes:
1 bote de judías de 355 gramos
1 tomate
1 cebolla
2 huevos
1 lata de atún
1 cucharada pequeña de mostaza delicatesen

Instrucciones:
Por una parte, ponemos a hervir el agua con los huevos y después cortamos la cebolla y el tomate en trocitos pequeños.
Posteriormente, freímos el tomate y la cebolla con la mostaza delicatesen. Retiramos cuando estén al dente.
Cuando los huevos estén hechos los pelamos y los colocamos en una fuente. Añadimos el bote de judías y después la fritura. Mover la mezcla y dejar enfriar 20 minutos. Leticia Herrero


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